Proceso...

¡¡Hola de nuevo!!
Todavía no estoy muy al día en esto de hacer un blog, pero poco a poco lo voy a ir intentando.
Hoy contaré un poco más sobre el comienzo de esta beca. Una vez que vi el video del post anterior, me entraron unas ganas tremendas de presentarme y entrar en la convocatoria, así que después de mucho papeleo me registré y... ¡primera fase superada!, de entre 4000 personas habíamos sido seleccionados 600. En esta etapa inicial baremaban las notas de 3º ESO y la renta familiar.
La siguiente prueba consistía en un examen escrito; para hacerlo me fui con mis padres a Valladolid, miércoles 13 de marzo. Estaba muy nerviosa y la situación fue un poco tensa, en la sala de aquel hotel había unos 30 alumnos de 16 años todos "peleando" por el mismo objetivo. No puedo decir que el examen fuese fácil, la verdad es que salí de allí un poco desilusionada, no obstante siempre hubo dentro de mi un poco de esperanza, esperanza que aunque no la manifestara me decía... "quizá sí".
Mientras tanto todo el mundo a mi alrededor me apoyaba y animaba, confiaban en que podía hacerlo; todo esto ayudaba, sí, pero aumentaba la presión. 
Mi nombre volvió a aparecer en la lista de seleccionados. Me alegré muchísimo, pensaba que aun no llegando al final, por lo menos había dado un pequeño paso. Creo que pasar este examen incrementó la confianza en mi misma y también mi determinación.
La última fase consistía en una entrevista por Skype, hablé durante 5 min en inglés. Mi presentación trataba sobre los viajes que había hecho. Recuerdo a todo el mundo, familia, colegio,amigos... dándome ánimos y deseándome suerte, así que !gracias!, sin vuestro apoyo no lo hubiera conseguido.
La entrevista fue a las 5,30; Alicia y Marta fueron las encargadas de escucharme. Mi impresión al finalizar fue mucho mejor que en Valladolid, había hecho un buen trabajo.
Así que después de una Semana Santa acelerada,esperando con ansia al 5 de abril y sin apenas dormir, apareció la lista final y... ¡si, si, si, estaba dentro! Los momentos previos estaba tan asustada sobre lo que podía pasar que ni siquiera pude mirar la lista yo sola ( Elena, si estás leyendo esto, también te doy las gracias a ti por estar conmigo al otro lado de la línea del Skype).
Mi teléfono echó chispas ese día, todo fueron felicitaciones, celebraciones y hasta algún que otro lloro.
Había seguido unos cuantos pasos para llegar hasta donde estaba, pero una vez había llegado, todavía no sabía que lo mejor estaba por venir.